jueves, 23 de marzo de 2006

Ventila la casa

Por omalaled

La desintegración alfa es un tipo de radiactividad que un servidor ha tenido el gusto y el placer de observar y medir (os recuerdo que eran núcleos de helio: 2 protones y 2 neutrones).


En esa ocasión el profesor tomó una muestra de material (un emisor de partículas alfa) con unas pinzas y la puso en el lugar destinado para la medición. Ya me sorprendió que simplemente así la radiación no tuviera efecto: ¿era precaución suficiente?. Acto seguido pusimos un contador a unos 10 cm y nada. Parecía que se había estropeado. Pusimos todo dentro de una cámara de vacío y la pusimos en marcha. El contador empezó a registrar partículas y cuanto más fuerte era el vacío más aumentaba el ritmo de partículas contadas. Al final pareció que se había vuelto loco. ¿Cómo era posible? Resulta que la atmósfera tiene partículas que frenan rápidamente las partículas alfa y al hacer el vacío estábamos disminuyendo la concentración de esas partículas. ¡Ahora entendía lo de las pinzas!. A un servidor se le puso una sonrisa de oreja a oreja e inmediatamente el profesor fue objeto de un durísimo bombardeo de preguntas a las que contestó muy amablemente.

A primera vista ese tipo de radiación no parece peligrosa. Si al fin y al cabo la atmósfera la para podemos estar tranquilos ... siempre y cuando no llegue al interior de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si está en el aire y lo respiramos o lo comemos impacta inexorablemente en nuestros tejidos con pequeñas explosiones de energía que pueden degenerar en un cáncer.

¿Respirar? ¿cómo podemos respirar partículas alfa? Pues bien, el radón es un producto de la desintegración del uranio y del torio. Está presente en todo el mundo pues el uranio tiene una semivida muy larga y está en todo tipo de rocas, en el suelo, en ladrillos, cemento, etc. Al ser un gas noble es difícil que reaccione con algo, así que al producirse se filtra por las microgrietas de los edificios y entra en nuestras casas.

Puede que respiremos radón y lo volvamos a expulsar, pero puede que no. La cuestión es que es radiactivo. Tiene una semivida de 3,8 días y emite una partícula alfa para transformarse en polonio. Por si fuera poco, este último con una semivida de 3 minutos emite otra partícula alfa y se transforma en plomo. Así que este gas, al llegar a nuestros pulmones suelta dos partículas alfa quedando un átomo de plomo. No debe preocuparnos pues hemos convivido toda la historia con él. Todo esto es cierto siempre y cuando no lo respiremos en concentraciones elevadas.

¿Y es así? Bueno, en EEUU es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Algunos estudios cifran en unas 20.000 muertes al año en la Unión Europea por esta causa.

¿Y cómo se supo todo esto? En 1984 la compañía eléctrica Philadelphia Electric Corporation puso en marcha una nueva central nuclear en Pottdtown. El personal debía pasar por controles diarios de radiación, desde directores hasta mujeres de la limpieza.

Un ingeniero llamado Stanley Watras ponía los detectores a tope y debía pasar de 4 a 6 horas en la sala de descontaminación. Nadie sabía lo que sucedía. Sus compañeros que trabajaban en lo mismo que él no presentaban el mismo problema. Todo era muy extraño.

Harto de ello, hizo una prueba: dos semanas más tarde y nada más llegar a la central pasó por el detector que volvió a ponerse a tope lo que quería decir que traía la radiactividad desde casa. Un equipo técnico se desplazó hasta allí y midió en esa casa un nivel de gas radón. Era 16 veces más alto que el límite de seguridad tolerado en las minas de uranio. Respirar en esa casa era equivalente en probabilidad de contraer cáncer a fumar 135 paquetes de tabaco al día.

A partir de ahí se hizo una investigación por todos los hogares de EEUU y dio como media que dicho nivel de radón era 5 veces mayor que el normal. Esto se extendió luego a todo el mundo y se vio que en países de clima frío, como en el caso de Suecia y Finlandia, donde las viviendas se mantienen cerradas la mayor parte del año y con un mínimo intercambio de aire con el exterior, la concentración es altísima.

Moraleja: ventilad vuestras casas.

Fuentes:
"El hombre que calumnió a los monos", Miguel Angel Sabadell
http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbase/nuclear/radon.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Radon
http://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts145.html
http://www.sagan-gea.org/hojared_radiacion/paginas/Fuentes_y_comportamiento_de_la_radiaci%F3
http://caebis.cnea.gov.ar/IdEN/CONOC_LA_ENERGIA_NUC/CAPITULO_2_Difusion/FUENTES_RADIACTIVAS/El_radon.htm

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