Ramón está hablando con su mejor amigo; éste nota que el otro tiene cara de preocupación:
- ¿Qué pasa, Joaquín? ¿Tienes algún problema?
- Lo que tengo es una frustración del carajo, Ramón. Yo estaba orgulloso de cómo ponía a mi mujer. Cuando ella llegaba al orgasmo ¡era una cosa!¡Cómo se estremecía, brincaba, soltaba quejidos, ponía los ojos en blanco...!
- ¿Y qué, descubriste que todo era fingido?
- No, ¡Descubrí que es epiléptica!
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