Una mujer conoce a un tipo en un bar. Conversan, se entienden y terminan marchándose juntos.
Se van al apartamento de él y, mientras le enseña el lugar, ella nota que su dormitorio está lleno de ositos de peluche. Todos bien acomodaditos: los más grandes en la repisa de arriba, los medianos en el centro y los pequeñitos abajo.
La mujer está sorprendida que un hombre tenga esa colección de peluches, pero decide no comentarle nada y se alegra de que él no tenga miedo de expresar su lado sensible (ése que tanto les gusta a las mujeres).
Ella lo mira a los ojos, se besan y a los 3 minutos ya están en la cama.
Después de una intensa noche de pasión, ella, feliz con su hombre sensible, acurrucada junto a él, le pregunta:
- ¿Y bien? ¿Qué tal estuvo?
El hombre se da la vuelta y con el cigarrillo en la boca le dice:
- Nada mal. Puedes retirar tu premio de la repisa del medio.
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domingo, 19 de febrero de 2006
Ositos de peluche
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