martes, 25 de diciembre de 2007

La emigración del Ñu

Hace unos días divisé un curioso sistema de cortejo. Un muchacho pedía relaciones en un grupo de chicas. Hablaba primero con una, cuando ésta le rechazaba iba a por la de al lado. Comentando la jugada con una mujer llegamos a la conclusión que ésa era la peor manera de ir de la caza que existe.
Como dice el refrán, el que mucho abarca, poco aprieta y en éstas situaciones hemos de aprender de la naturaleza que siempre es sabia. El enamoramiento de seres humanos es muy parecida a la emigración del Ñu. Esto dicho así, en frío parece una soberana estupidez y probablemente lo sea, pero trataré de describir el tema para lograr una mejor comprensión.
Hemos de tener en cuenta que si sustituimos donde dice el nombre del cazador por el de persona que va a ligar y el del ñu por el de la persona a ser ligada lograremos un símil muy veraz.
Todos hemos visto a felinos abalanzarse al cuello del ñu para hacerse con él. Trataré de describir éste proceso de la manera más simple posible y analizando el mayor número de posibilidades.
Una manada de leones ataca a la manada de ñúes (o se dirá ñus, o ñuses). Obviamente el trabajo en equipo puede dar mejores resultados, lo que ocurre es que normalmente en estas situaciones es muy extraño que todos los cazadores obtengan su presa, aunque casi siempre alguno de ellos la obtiene. Es importante que antes de abalanzarse sobre la manada se haga un reparto de objetivos entre los felinos para lograr un mejor premio. A veces es interesante que dos felinos intenten la misma pieza porque se incrementan las posibilidades de éxito total, aunque se reduzcan las de éxito parcial de cada cazador.
En todas las opciones de la caza del ñu es importantísimo la selección de la pieza antes de lanzar el ataque. Un felino fuerte y rápido puede marcarse como objetivo el ñu más grande y hermoso. Aunque lleve un mayor trabajo, la recompensa será mayor. Normalmente las posibilidad de éxito se reduce con una pieza de mayor calidad pero el cazador no ha de perder la esperanza ya que el factor sorpresa siempre es una constante en éste tipo de enfrentamientos, todos hemos visto al cocodrilo que se esconde en el agua, el ñu se acerca a beber y es atacado directamente sin que se lo espere.
Cuando no se tiene la confianza de obtener una buena pieza se puede marcar como objetivo una presa de menor calidad pero no por ello despreciable. Aunque si el estado del cazador no es de ninguna manera el óptimo se puede optar por premios de corta edad, cojos e incluso enfermos cuya consecución no ocasiona excesivo trabajo. La captura de éste tipo de animales suele venir derivada por una gran necesidad, debido al excesivo tiempo del cazador sin llevarse nada a la boca.
Es harto complicado conseguir dos piezas en una misma manada, pero es posible si se es un consumado y experto cazador. Lo normal es que se opte por una sola pieza y luchar por conseguirla. Si una vez conseguida quedan fuerzas y posibilidades de incrementar el número de capturas no hay razón para no intentarlo. Las capturas múltiples suelen ser más probables en las cazas individuales que en las colectivas.
Ahora un par de ejemplos:
Un maestro de la caza individual que obtiene dos piezas.


La caza por sorpresa de los cocodrilos.


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