Paseando por el cementerio, le llamó la atención una lápida. Miró la dedicatoria que tenía puesta y decía lo siguiente:
"Aquí yace Vicente, que vivió cien años y murió a los veinte". Este hombre, sin entender muy bien que es lo que aquella frase quería decir, miró a ver si veía a alguien que se lo pudiera explicar..., mirando, mirando vio al encargado del cementerio y fue directamente
hacia él para ver si le podía explicar porque ponía aquello en esa lápida.
- Si, por supuesto que se lo puedo explicar, lo escribí yo. Era un chico joven, de unos veintitantos, que un día le toco el gordo de la primitiva y empezó a salir con muchas chicas, luego se aficionó a la bebida, mas tarde a las drogas, luego a las putas... y a los veintitantos murió, por eso le puse aquello...
- Hombre, esto está muy bien, ¿usted sabe quien me podría a mi escribir algo así en mi lápida cuando fallezca?
- Si, yo mismo. Primero he de hacerle algunas preguntas
- Muy bien, empiece
- ¿Usted Trabaja?
- Si, entro a la 7 de la mañana y me acuesto a las 0:00 más o menos.
- ¿Usted bebe?
- No, no, no me gusta el Alcohol
- ¿Usted sale con alguna chica o esta casado?
- No el trabajo absorbe casi todo mi tiempo.
- ¿Usted consume algún tipo de droga?.
- No, no me van esas cosas.
- ¿Cual es su nombre?
- Emeterio.
- "¡Muy bien!", exclamo el hombre, "ya tengo su inscripción"
- "¿Cual es?" preguntó Emeterio.
- AQUÍ YACE EMETERIO: DEL COÑO DE SU MADRE AL CEMENTERIO.
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lunes, 26 de junio de 2006
Epitafio
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