domingo, 18 de mayo de 2008

¿La velocidad mata?

Esta pregunta surge en un viaje con el amigo Emilio Isasa en medio de unas retenciones veraniegas en una carretera que lleva a la playa. Me he acordado hoy de aquella conversación que me resultó curiosa.

Al ver el cartel con el texto "la velocidad puede matar" nos planteamos si es eso realmente cierto y tratamos de encontrar algo que pueda matar por sí mismo sin ser combinado con ninguna otra cosa.
Para empezar, la velocidad por sí misma no mata, al tratarse de una magnitud no mata por si sola. Viajamos montados en una roca enorme por el espacio a una velocidad de 106.000 km por hora, y que yo sepa nadie se ha muerto por eso, así mismo el sol nos golpea con su luz a una velocidad de 300.000 km por hora segundo, y tampoco te mueres por que esa luz te incida en el cuerpo, así que la velocidad por si sola no mata, ya sea por ir a cierta velocidad o por que te golpeeen a una velocidad excesiva. Parece obvio que para que la velocidad mate debe haber un impacto o mejor dicho un impulso, ya sea negativo o positivo. Pero resulta que el impacto no sólo es dependiente de la velocidad, si no que también lo es de la masa, pero la masa es constante por lo que lo que tiene que variar es la velocidad, a mayor velocidad mayor impacto mayores probabilidades de muerte, pero hemos quedado en que la velocidad no mata, así que tenemos que buscar a otro culpable.

Hasta aquí os puede parecer muy confuso el razonamiento, ya que parece claro que la velocidad mata, pero nosotros pensamos que sólo la velocidad no mata, hay otro factor que hace que se produzca la muerte.

Llegados a la conclusión de que la velocidad por sí misma no mata vemos que el impacto por sí mismo no mata tampoco, porque para que se produzca muerte tras un impacto ha de ser a una gran velocidad y de algo con una masa considerable, por lo tanto un impacto tampoco mata por sí mismo. Podemos dar un cachete a alguien, ese cachete seria un impulso, pero no le mataria.
Podríamos considerar que hasta el rozamiento podría causar la muerte, pero también unido a magnitudes y en determinadas circunstancias, en este caso podríamos introducir la variable tiempo: un gran rozamiento en un limitado espacio en un corto intervalo de tiempo puede producir la muerte.
Pero lo que nosotros buscábamos era la ley fundamental, esa que por su simpleza explicara el fenómeno de una vez y sin demasiadas explicaciones o conjeturas.

Así gastamos nuestro viaje buscando cualquier cosa que semánticamente pudiera darnos la clave de algo que podría causar la muerte por sí misma y la encontramos en el destino del viaje.

Una vez en nuestro lugar de descanso (un bar para más señas) un nativo del lugar nos dijo que lo que mata es el EXCESO. Pensad en ello y seguro que consideráis que es la opción más ajustada.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Donde dice "el sol nos golpea con su luz a una velocidad de 300.000 km por hora" es a 300.000 km por segundo.

¡A lo mejor así sí que mata! :)

(Por cierto, es la luz del sol y cualquier otra luz la que viaja a esa velocidad, por no hablar de las radiaciones electromagnéticas)

Un poquito de ciencia.

Emilio Isasa Echenique dijo...

Gracias por la precisión de las unidades, lo corregiremos. Lo del resto de las cosas que viajan a esa velocidad lo sabiamos, solo queriamos poner un ejemplo.

Anónimo dijo...

Pondría la foto (kon los ojos zensurados) del viaje a Londres ke me pasé entre Álex y Emilio. El kaso es ke si dejaba de hablar alguien, io tendría ke kontar el final de una historia. No me akuerdo de ké historia era, kreo ke una ke pasó kon 3 amigas, 5 barras de pan, 8 litros de zerbeza y un bidón de leche condesada. En las 3 horas largas desde ke nos sentamos en el avión no konté el final de la historia.

Lo raro es ke ni el alkohol ni las drojas (en mi kaso) tuvieron nada ke ver en la verborrea.

En los vídeos del viaje sí ke tuvo algo ke ver el patxarán y el Dr. Pepper.

¿Montamos la agencia de viajes ATAKA? Nos forramos, seguro.

Emilio Isasa Echenique dijo...

No era esa historia, pero quiero oirla. Era otra historia, que creo que contaste el final mientras nos levantábamos del asiento para salir del avión:

un viaje
3 horas
una historia,

peazo de ladrillo.

Anónimo dijo...

Emilio, sinzeramente.

Si tuviese una historia ke kontar kon 3 amigas y kualeskiera otros elementos, la habrías oido 1.000 vezes (esta semana).

Anónimo dijo...

Pues es la pura verdad. Yo llevo años diciendo que lo que mata no es la velocidad, sino las (des)aceleraciones bruscas. Aparte de viajar a más de 100.000Km/h alrededor del sol, viajamos al décuple de velocidad (1.000.000Km/h) dentro de nuestra Galaxia (la Vía Láctea, por si no los sabías), en conjunto con todo el resto de nuestro sistema solar (ya es hora de ponerle nombre también a éste). Vivimos atrapad@s por la atracción gravitatoria terrestre, que genera una atracción de que nos acelera(ría) a casi 10m/s cada segundo (en el momento en que el suelo nos abandona, por ejemplo, cuando nos dejamos caer desde un puente o un avión). Esa gravedad nos hace sentir fuerzas 1G (la que sentimos en reposo). También son habituales las experiencias de 2G, al saltar de una pequeña altura al suelo, que nos hace sentir el doble de nuestro peso por un momento. Pero (des)aceleraciones de 3G, por ejemplo, en una moto o coche de competición o en salidas de, y reentradas a, la órbita terrestre, ya son menos habituales. 5G ya requiere un buen entrenamiento (como el de pilotos de F1 para afrontar curvas y (des)acelerones). 9 y 10G suelen hacer perder la conciencia incluso a gente entrenada (pilotos de caza y astronautas) y, en consecuencia, pueden generar accidentes. A partir de ahí nos metemos en el terreno de las (des)aceleraciones mortales. Pasar de 200 a 0Km/h en 6 segundos es fuerte, pero es 1G, luego no es mortal. Mortal es pasar de 200 a 0 en 0,06s (100G) como cuando nos ayuda un muro de hormigón u otro vehículo motorizado que viene de frente.
De todos modos, si en un tramo de carretera (por ejemplo, la circunvalación de una ciudad donde el límite legal sea 80Km/h) el 90% de l@s usuari@s van a más velocidad que la autorizada ¿no podemos interpretarlo como un democrática protesta contra ese límite impuesto? ¿No estamos, en realidad, votando contra un límite ilógico? Ya es hora de que decidamos l@s ciudadanos y se establezcan los límites en, por ejemplo, la velocidad en que pasa, por un determinado tramo el 51% o el 90% de la población. Y se multe a quienes se excedan de eso. "Democracia" se le llama.

Alex Burgess dijo...

Me comenta una vergonzosa que no quiere aparecer ante la cámara que bajo su humilde opinión, lo que provoca la muerte, es la vida. Es un ejercicio de reduccionismo, yo no estoy de acuerdo, es condición indispensable para la muerte el estar vivo, pero no es lo que la provoca.