Los ciudadanos de la capital del Reino, cansados de tanta concentración, manifestación o desfile que tan perjudicada deja la ya de por sí maltrecha circulación del tráfico de la ciudad, pensaron en realizar una faraónica obra llamada Manifestódromo. Así como si de un campo de fútbol se tratara podrían ir aquellos que tuvieran algo que reivindicar, hacer sus concentraciones y no alterar a aquellos que usan el coche para su movimiento.
Por lo descabellado de la medida, obviamente, no se llevó a cabo, pero se han planteado alternativas. La que más éxito creemos que podría llegar a tener sería juntar dos actos simultáneamente. Así si hay una manifestación, pongamos por ejemplo, de agricultores, que se junte por ejemplo con el final de la vuelta ciclista y así el fastidio para los pobre conductores se reduciría un 50%.
En la foto adjunta, se ha barajado la unión del desfile de la hispanidad con la marcha del orgullo gay lo cual daría un tremendo colorido y una gran alegría a la sobria marcha militar.
En la foto adjunta, se ha barajado la unión del desfile de la hispanidad con la marcha del orgullo gay lo cual daría un tremendo colorido y una gran alegría a la sobria marcha militar.
1 comentario:
Mi reino por una cabra.
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