Un pobre senegalés, negro como el tizón, consigue llegar a la frontera de Ceuta con un pasaporte que le vendieron en Marrakech por bueno y por supuesto, más falso que Judas. Tanto que lleva una foto de Leonardo DiCaprio
Se lo enseña al Guardia Civil de la frontera y éste, que es cualquier cosa menos tonto, se queda mirando alternativamente la foto y al senegalés durante cinco minutos, mientras se rasca la cabeza por debajo de la gorra.
Como saliendo de un letargo, le dice al pobre hombre, que ya temblaba como una hoja, que espere un momento, mientras se mete en la oficina que está justo al lado.
Cuando entra dice:
- "Perdón, mi sargento! Uzte que tiene más estudios y está más viajao.
¿El Titanic se hundió, o se quemó?"
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jueves, 1 de febrero de 2007
La Frontera
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